CAPITULO VII
Callie se
desplomó en el sofá de Arizona, después de una larga jornada que había terminado una hora atrás
después de haber agotado su límite físico. Por desgracia, el día no había acabado todavía. En algún momento de esta noche tendría que regresar al
hospital para recoger a Arizona. Después de una semana en que habían programado
sus turnos para que coincidieran, Arizona, se había quedado hasta tarde esta
noche para atender la consulta de uno de los pacientes de Mark Sloan, una niña
que había sufrido graves quemaduras en el incendio que destruyó la casa de su
familia. Como no quería caer en una sala de guardia, Callie había decidido
volver al apartamento de Arizona para
descansar, incluso si eso significaba que sólo tendría que salir de nuevo en
breve.
Estar sola en
el apartamento de Arizona agitaba una mezcla de sentimientos. Rodeada por el
olor de de ella, Callie extrañaba a su pareja con tal intensidad que le dolía. Habían
sido casi inseparables en las últimas dos semanas, e incluso cuando no estaban
juntas, Arizona consumía los pensamientos de Callie “donde estaba”, “cómo
estaba”. Lógicamente Callie sabía que Arizona necesitaba espacio de vez en
cuando, la oportunidad de estar sola, pero hasta este momento, Callie no se
había dado cuenta que ella también necesitaba un tiempo de curación.
Tan difícil
como era estar lejos de Arizona, Callie sintió que su cuerpo se relajaba ahora
que podía bajar la guardia. Sola, ella no tenía que permanecer en alerta
máxima. No había necesidad de analizar cada palabra y cada acción, no tenía que preocuparse que ella
pudiera hacer algo que pondría a Arizona por el camino del miedo o de la ira.
El haber logrado que Arizona abandonara sus defensas y fuera honesta acerca de
su lucha había sido lo mejor para su recuperación, pero ahora que Arizona ya no
se protegía de Callie con el peso de sus emociones, Callie estaba
simplemente agotada.
Cuando los ojos
de Callie empezaron a ceder y los cerró, sonó su teléfono móvil. Suspirando,
Callie dijo: "¿En serio?" Ella tuvo la tentación de dejar la llamada
en el buzón de voz sólo por un instante, sin embargo cogió el teléfono y miró a
la pantalla. Addison Montgomery. Luego de dudarlo un momento, Callie decidió
que la siesta podría esperar: -Oye, Addie.
-Los hombres
apestan.
Callie sonrió al
escuchar el saludo normalmente directo
de Addison. Después de la última semana y media, tenía más simpatía de lo
normal por ese mismo sentimiento: -Estoy totalmente de acuerdo.
-Estoy
empezando a pensar que tuviste la idea correcta al mudarte a la isla de Lesbos.
Callie cerró
los ojos. -Me gustaría poder decir que todo es sol y arco iris aquí, pero eso
sería una mentira.
Addison se
quedó en silencio por un instante, entonces dijo, -¿Qué pasa, Callie?, la voz
de Addison se suavizó… -Pareces agotada, ¿tuviste un mal día?
-Un duro par de
semanas. Inhalando, Callie dijo: -Las más difíciles de toda mi vida
-¿Problemas de
chicas?
-No. Callie se
estremeció, preguntándose si ella tenía la energía para hablar de eso esta
noche. -Lo siento, yo no tenía la intención de apropiarme de la conversación.
-No seas
ridícula, dijo Addison. -Parece que tenemos que hablar. Y yo soy tu amiga. Así
que habla. ¿Qué pasó?
Callie exhaló.
Realmente no había una buena manera de
decirlo, sino con toda claridad. -Arizona fue atacada en el estacionamiento al
salir del trabajo. El viernes ante pasado.
Addison exclamó
audiblemente. -Oh, Dios mío. ¿Atacada?
-Ella fue
violada.
-¡Jesús!,
Callie. ¡Oh, no!. Addison parecía a punto de llorar. -Yo... no sé qué decir. Lo
siento mucho.
-Sí. Callie se
pellizcó el puente de la nariz sin abrir los ojos, con la esperanza de evitar
las lágrimas pero estaba demasiado cansada como para contenerse. -Es bastante
devastador.
-Pobre Arizona.
¿Fue muy mal herida?
-Fue bastante
malo. Él realmente le dio una paliza. Ojos negros, corte en el labio,
contusiones por todo el cuerpo. Él... la violó, en el estacionamiento, mientras
yo estaba en el hospital, mirando el reloj.
Addison hizo un
pequeño ruido de dolor. -Espero que no te estás culpando. ¿Cómo podrías
saberlo?
-Yo no podría
haberlo sabido. La barbilla de Callie se estremeció. –Sin embargo me hubiera
gustado
-Sé que es una
pregunta tonta, pero ¿cómo está ella?
-Ella está
luchando. Tiene problemas para dormir. Pesadillas. No mucho apetito. Ella ha
tenido unos flashback muy intensos, uno en el quirófano, mientras estaba
operando
-Maldita sea.
La voz de Addison irradiaba simpatía. Como cirujano, obviamente entiendía cuan
inquietante sería perder el control en esa situación. -¿Está viendo a alguien?
Un terapeuta?
-No. A pesar de
que Arizona había prometido hablar con alguien, hasta ahora no lo había hecho.
Pero sólo habían pasado cinco días desde su ataque de pánico durante la
cirugía, por lo que Callie estaba dispuesta a darle el beneficio de la duda. -Ella
dijo que ella va a encontrar a alguien, pero creo que está tratando de armarse
de valor. No le gusta hablar de ello.
-Eso es
comprensible. Pero eso va a ayudar.
-Lo sé. Callie suspiró profundamente. -Arizona es una
persona por lo general feliz y creo que todo esto es realmente nuevo para ella,
ser lastimada de esta manera. Durante la primera semana, ella trató de enterrar
todo, tratando de convenserse y de convénserme que todo estaba bien
-Bueno, eso no
funciona.
Algo en el tono
de Addison le indicó a Callie que ella tenía conocimiento sobre el tema. El
corazón de Callie se hundió. -Por favor, dime que no lo sabes por experiencia
personal.
-He aconsejado
a víctimas de violencia sexual como voluntaria cuando estaba en la escuela de
medicina. Y en diferentes momentos desde entonces. Addison se aclaró la garganta.
–La curación es un proceso difícil, l Pero ella se curará.
-Se lo digo
todo el tiempo, pero es tan difícil en estos momentos.
-Eso es
totalmente normal. Su mundo ha sido sacudido. Addison no estaba diciendo nada que
Callie no supiera por instinto, pero ayudaba conocer la confirmación. –Eso
también va para ti, tu mundo también fue sacudido
A Callie no le
gustaba hablar de sí misma en esta situación. Arizona era la que realmente
había sido dañada. -Yo sólo quiero que ella este bien.
-Ella va a a
estar bien.
Cuando la primera
lágrima se deslizó finalmente, Callie decidió dejar que salieran. Se sentía
mejor que forzarse tanto para suprimir
la tristeza que constantemente se quedaba en la superficie. -Nunca he visto a
alguien a quien amo con tanto dolor. Yo no podría haber imaginado un
sentimiento así. Riendo amargamente, Callie dijo: -Yo ni siquiera sé cómo me
siento más. A veces me siento entumecida.
-Este es un
proceso para ti también, dijo Addison en voz baja. -¿Estás hablando con
alguien?
-En realidad
no. Callie se acurrucó, presionando sus rodillas en los cojines del sofá. La
posición de su consuelo, la hacía sentirse al abrigo de alguna manera. -Con
Mark, un poco. Arizona me dijo que sabía que tendría que hablar de ello, pero
de alguna manera no me parece justo. Como no es algo mío de lo que tengo que
hablar.
Es tuyo, también. Es algo diferente a lo que Arizona
está pasando. Pero sigue siendo algo. Addison se rió entre dientes ligeramente.
-Sin embargo, ¿Mark? ¿En serio?
Callie sonrió.
-Ha sido genial, la verdad.
-Bueno, si
alguna vez quieres hablar con alguien que no es Mark Sloan, estoy aquí.
La oferta era
de su voz suave y sincera, y Callie se animó ante la
preocupación que percibió en la voz de Addison. Ahora que Addison le había dado
permiso para descargar, las palabras comenzaron asalir. -Nunca esperé experimentar
algo como esto con un compañero. Y no sólo porque casi siempre he salido con
hombres. Esta es la primera vez que he pasado por algo de esta magnitud dentro
de una relación. No tengo ni idea de lo que se supone debo hacer.
Apoyarla.
Escúcharla. Hablar con ella. Podía oír sonrisa la de Addison. -Sé cómo te
sientes acerca de esa chica, Callie. Tengo la sensación de que lo estás
haciendo muy bien.
-Estoy
tratando. Al principio le estaba dando su espacio, y no la empujaba... pero
después de lo ocurrido en el quirófano, decir que fue una crisis es poco. Nunca
la había visto tan enojada. Sinceramente, daba miedo. Callie tomó aire, recordando
cómo se había sentido al soportar todo el peso de la ira de Arizona. De pie,
frente a Arizona, el no permitirle huir
y esconderse, había sido aterrador. -Pero las cosas han sido un poco mejor
desde entonces. Cuando la toco y se pone tensa, ella me dice por qué en lugar
de insistir que está bien. Y ahora me despierta cuando tiene pesadillas, porque
dice que le ayudo a sentirse lo suficientemente segura para volver a dormir. Y
cuando está asustada o molesta, ella lo admite. Creo que todo es ayudar, poco a
poco. Ella está empezando a tener días y buenos momentos. No sólo buenas horas.
¿Sabes?
-Eso es
excelente.
-Pero yo soy la
que estoy constantemente en el borde. No queriendo hacer o decir algo que la
moleste. Sin saber lo que vendrá después. Y aún debemos esperar escuchar lo que
resulte sobre el ADN en cualquier momento. El resultado de la prueba del VIH el
próximo mes. Y luego están ahí todas las otras posibles consecuencias. ¿Qué
pasa si cogen el hombre? ¿Qué pasa si hay un juicio?.
-Uno no puede
preocuparse por el futuro. El tono confiado de Addison le indicó a Callie que
ella había entrado en el modo de consejero. –Hay que llevar las cosas un día a
la vez, ¿de acuerdo? Si te enfocas en todas las cosas que pueden suceder, te
vas a volver loca.
-Y luego está
el sexo. Quiero decir, que ni siquiera hemos hablado de eso todavía. Ella no
está lista para tener relaciones sexuales en estos momentos. ¿Pero qué sucede
cuando ella diga que lo está? ¿Qué debo hacer? ¿Qué pasa si termino asustándola?
O si se le dispara algún flashback?. Una
lágrima caía sobre el cuello de Callie, alertándola a ella el hecho de que no había dejado de
llorar todavía. Este tema le había retorcido las tripas en nudos dolorosos los
últimos dos días, a pesar del hecho de que en realidad no había llegado. Pero
echaba de menos a Arizona, de esa manera, y por algunos de los comentarios
recientes de Arizona, sabía que ella también sentía la pérdida de su conexión
física. Callie sabía que en algún momento tendrían que llegar a ese punto y
ella estaba aterrorizada de ese día.
-Vaya, dijo
Addison en voz baja. -Como he dicho, un día a la vez. Cuando Arizona decida que
quiere ser sexo otra vez y explorar una vez más, sólo será un paso más en el
proceso de su curación. La clave está en hablar con ella, comunicarse. Ayudarla
a mantenerla en el momento. Cuando un sobreviviente se desencadena por algo, el
truco para ellos para es aprender a permanecer en el presente. Reconocer que
están a salvo. Hay muchas maneras diferentes que Arizona puede hacer eso. Y tú
puedes ayudarla.
Callie se
limpió la cara con las manos temblorosas. -Yo no sé por qué estoy siquiera
pensando en ello ahora mismo. Estamos muy lejos de ese punto.
-Bueno, nunca
se sabe. No existe una línea de tiempo para eso. Es posible que ella quiera
esperar un rato hasta que se sienta más cómoda, o ella puede estar dispuesta a
volver a conectarse sexualmente en un espacio seguro. Para recuperar su cuerpo
y su sexualidad. Addison hizo una pausa y luego dijo: -Y tú estás pensando en
ella porque la echas de menos. Ella sigue siendo la mujer que amas. Esto no
cambia nada de eso.
-No, no lo
hace. Callie se deslizó una mano bajo el dobladillo de la camiseta, tocando su
vientre al descubierto. La conexión la tranquilizó, aunque ella deseaba que
fuera la piel de Arizona la que estuviera debajo de sus dedos. -Yo la quiero
mucho, Addison. Y tienes razón. Yo la extraño. Ella es la única, ¿sabes? Si no estaba
plenamente consciente de eso antes, lo estoy ahora.
-Ella tiene
suerte de tenerte, Callie. Trata de no preocuparte tanto, ¿de acuerdo? Arizona,
te dirá cuando esté lista para el sexo. Y ella puede o no tener razón en eso.
Puede que tengas que hacerlo si ella se abruma. Pero lo van a trabajar juntas
con el tiempo.
-Espero que
sí. Callie exhaló una vez más y se echó
a reír con voz temblorosa. -En serio, lo siento. Tú no llamaste para escuchar
todo esto. Tal vez me puedas decir por qué los hombres apestan. Más allá de las
obvias razones, quiero decir.
Addison dudó y
luego dijo: -¿En serio? Tú acabas de poner mis problemas en perspectiva. Estoy
bien.
Bueno, es bueno
escuchar.
-No es de
extrañar que estás tan cansada, dijo Addison en voz baja. -Hazme un favor,
cariño. Asegúrate de tener tiempo para ti misma de vez en cuando. Eso es por
ambas. Si tú te quemas, no sería bueno para ella.
-Bueno, tengo
la intención de dormir como los muertos tan pronto como yo la recoga después
del trabajo. Hemos estado compartiendo los turnos, pero tuvo que quedarse hasta
tarde esta noche. Ella no viene o va sola ahora.
-Puedo entender
eso. Pero yo no estaba hablando sólo de dormir. Estoy hablando de un tiempo de
relax, salir con los amigos. El tiempo fuera de la burbuja, porque sospecho que
los das están viviendo en el interior de esa burbuja.
-No estoy
realmente en el estado de ánimo, para ser honesta. Para salir de la burbuja.
-Lo sé. Pero
eso no quiere decir que eso no sea importante". Addison se rió entre
dientes. -Eso es algo en lo que Mark si serí. Es un tipo divertido. Así que ve
a divertirte la próxima vez que tengas la oportunidad. Por favor.
-Voy a
intentarlo. El teléfono sonó en el oído de Callie, y se alegró al ver la cara
en la pantalla. -Espera un segundo, Addison, es Arizona que está llamando.
-No hay
problema.
Callie hizo
clic sobre la tecla. -Oye, nena. Lista para volver a casa?
-Hola. Para
deleite de Callie, podía oír la sonrisa de Arizona en su voz. Y sonaba
auténtica. -Me gusta eso. Escucharte a ti llamar ese lugar “mi casa”.
-Mi hogar está
contigo. Donde sea que estés en un momento dado.
Callie juró que
podía oír como se amplió la sonrisa de Arizona. -Tú estás bateando esta noche a
mil, Calliope. Yo no creo que sea posible que te ame más.
La felicidad de
Arizona borró la agitación y el agotamiento en que Callie había estado envuelta sólo unos
momentos antes. Era por eso que nunca dudó que Arizona se merecía todo el
esfuerzo. -Voy a salir ahora y estaré allí en diez minutos.
-No, yo en
realidad te estaba llamando para decirte que Teddy me va a llevar a casa. Creo
que vamos a pasar el tiempo por ahí un poco primero, sin embargo. ¿Está bien?
-Por supuesto.
Por mucho que Callie extrañara a Arizona, la idea de ser capaz de irse
directamente a la cama era seductora. -Probablemente me vas a encontrar
durmiendo, si no te importa.
-No me importa.
Arizona, bajó la voz. -Te lo has ganado.
Callie sonrió.
-Dile a Teddy hola de mi parte, ¿de acuerdo?
-Lo haré.
Arizona, hizo una pausa. -Creo que vamos a... hablar acerca de las cosas
Callie se sentó
en el sofá, de repente despierta. -Oh. Eso es bueno., ¿Verdad?
-Vamos a
ver." Arizona, se rió nerviosamente. -Espero que sí.
-Va a ser
bueno. Callie se puso la mano sobre su corazón, vencida por una ola de profunda
emoción. Ella sabía que Arizona no estaba contenta del todo con la forma en que
ella había tenido que hacer frente a las consecuencias de lo que pasó, pero
Callie no podía estar más impresionada. -Estoy orgullosa de ti, querida.
Realmente lo estoy
-Gracias,
murmuró Arizona. -Te veré en la cama, ¿Ok?
-Ya lo creo.
Voy a dejar una luz encendida.
Callie hizo clic
de nuevo para seguir con Addison. -¿Sigues ahí?
-Sí, aquí estoy.
-Arizona va a
pasar el rato con Teddy. Así que supongo que voy a disfrutar de ese sueño
profundo del que estaba hablando un poco antes de lo previsto.
-Bien por Arizona, dijo Addison calurosamente. -Toma nota,
Torres. Salir con amigos.
Callie puso los
ojos. -Mensaje recibido. Pero esta noche, la cama es mi amigo. Y tenemos un
montón de cosas para ponernos al día.
Riendo, Addison
dijo: -Mensaje recibido. Voy a dejarte ir. Cuidate, ¿de acuerdo? Cuida de Arizona.
Y llámame si me necesitas.
-Lo haré.
Callie sonrió. -Te echo de menos, Addie. Recuerdame otra vez por qué te fuiste?
-A veces me
pregunto lo mismo.
-Voy a hablar
contigo después. Y buena suerte con tus problemas de hombres. Vamos a hablar de
ellos la próxima vez, te lo prometo.
-Buenas Noches,
Callie.
-Buenas noches.
Callie cerró su
teléfono, aliviada de que no tenía que ir ningún otro lugar. Ella confiaba en
Teddy para cuidar de Arizona, así que por las próximas horas por lo menos, ella
sólo tenía que preocuparse de sí misma. Odiaba admitir lo bien que eso se
sentía. Sabiendo que echaría de menos el calor del cuerpo de Arizona junto al
suyo, pero entusiasmada con la posibilidad de descansar, arrastrándose por debajo de la colcha cálida,
Callie se arrastró hasta el dormitorio para un buen sueño, que no disfrutaba
desde hace mucho tiempo.
#
Arizona, se
sentó en el asiento del pasajero del coche de Teddy y se quedó mirando por la
ventana las calles de la ciudad a oscuras.
Ella no había salido tarde en la noche sin Callie desde la violación. Es
asombroso cómo algo que solía hacer sin pensar, se había convertido en una
experiencia extraña, inquietante. Estar con Teddy significaba que ella
probablemente estaba razonablemente segura, después de todo, ella tenía la
impresión de que Teddy podía patear algún culo importante si era necesario,
pero en estos días la presencia de Callie la consolaba más que cualquier otra
cosa. Por mucho que tenía ganas de pasar tiempo con su otra mejor amiga, Arizona,
no podía dejar de extrañar a Callie intensamente.
-¿Te importa si
cenamos algo? Teddy miró hacia otro lado de la carretera, para capturar la
mirada de Arizona. -Me muero de hambre.
-Por supuesto.
Técnicamente Arizona no tenía mucha hambre, pero sabía que tenía que comer. Tenía
que darle combustible al cuerpo si quería permanecer fuerte, incluso si la
comida no sabía tan bien como solía hacerlo. -Lo que tú quieras.
-¿Pizza?
Arizona,
sonrió. “Pizza” siempre le hacía pensar en Callie, de la primera vez que
hicieron el amor. -Me encanta la pizza.
-Podemos llamar
y ordenar desde el automóvil, y decirles que sea entregado en mi casa, a menos
que quieras ir a sentarte en alguna parte.
Arizona, negó
con la cabeza. A pesar de que lo estaba temiendo, formaba parte de su misión esta noche tratar de hablar
con Teddy acerca de lo que había sucedido. Lo que estaba pasando ahora. Ella no
estaba más cerca de querer hablar sobre eso de nuevo, pero ella se le lo había
prometido a Callie. Y Arizona, mantenía sus promesas. La alegría manifiesta en
la voz de Callie cuando habían hablado por teléfono le había recordado que enfrentar
sus temores era lo correcto.
-Prefiero ir a
tú apartamento, dijo Arizona. –Hay más privacidad.
-Entiendo. Teddy
levantó una ceja esperanzada. -Te gusta el pimiento verde y cebolla?
-Perfecto.
Arizona, se
sentó en silencio mientras Teddy ordenó la pizza. Cuando Teddy colgó, Arizona
se volvió en su asiento y estudió el perfil de su amiga. Antes de la violación,
hablar con Teddy siempre había sido fácil. Ahora Arizona, apenas sabía qué
decir.
-No tenemos que
hablar de eso esta noche, ya sabes. Teddy le dio una mirada de soslayo. -Si tú
no estás lista. Estoy totalmente de acuerdo con simplemente pasar el tiempo.
-No, estoy
lista. Para hablar un poco, por lo menos. Encogiéndose de hombros, Arizona
recogió en la rodilla sus vaqueros desgastados. -Supongo que simplemente no sé
cómo.
Teddy condujo
su coche hacia el estacionamiento de un edificio de apartamentos residencial.
Ella asintió con la cabeza a un guardia de seguridad que estaba sentado en una
cabina en la entrada, y luego estacionó en un lugar vacío. Al apagar el coche,
Teddy se desabrochó el cinturón de seguridad y se desplazó para hacer frente a
Arizona. -¿Por qué no entramos y nos tomamos una copa de vino?
Arizona,
sonrió. -Puedo vivir con eso.
Teddy salió del
coche, caminó hacia el lado del pasajero y Arizona, salió con una mirada
nerviosa alrededor. El aparcamiento estaba bien iluminado y tranquilo, y Teddy
estaba allí con ella, pero eso no impidió una oleada de pánico que agitó el intestino de Arizona.
-La seguridad
hace un excelente trabajo aquí. Teddy se acercó a Arizona, dándole una sonrisa
de apoyo. -Te lo prometo."
-Por supuesto,
murmuró Arizona. Antes del ataque, nunca pensó dos veces antes de caminar a
través de los estacionamientos. Ahora no podía imaginar algo más siniestro. -Lo
siento, es una tontería.
-No, no lo es.
Teddy la miró a los ojos, luego lentamente se acercó a tomar la mano de
Arizona. -Es perfectamente natural. Sin embargo, estás a salvo ahora, te lo
prometo. Vamos a entrar.
Teddy la llevó
a su apartamento tomándola de la mano. Ella podría haberse sentido avergonzada
por el manejo delicado de Teddy de sus temores, pero no lo hizo. Estaba claro
que Teddy comprendia realmente lo que ella sentía de una manera que nadie más
hasta ahora sabía. Teddy le soltó la mano sólo para abrir la puerta, y luego
invitó a Arizona para entrar.
Arizona, miró a
su alrededor. Esta era sólo la segunda vez que había estado en el apartamento
de Teddy. Por lo general, habían compartido en la casa de Callie o de Arizona,
y con mayor frecuencia en el bar de Joe. Valorando el ambiente hogareño pero
meticuloso del apartamento de Teddy, Arizona miró en circulo alrededor de la
sala, viendo las fotos que recubrían la pared. Se detuvo en una de Owen y Teddy
en uniforme militar con sus brazos alrededor de los hombros.
-Yo soy una
glotona para el castigo, supongo. Teddy le dio una sonrisa tímida mientras
entraba en la cocina. -Pero no importa cómo sean las cosas ahora, con Cristina,
él siempre va a ser el mejor amigo que he tenido allí.
Caminando hacia
el sofá de Teddy, Arizona, se quitó los
zapatos y se sentó en un extremo. –Siento que ustedes perdieran su oportunidad.
Creo que habrían sido una hermosa pareja.
Teddy levantó
una botella de vino. ¿Te gusta el Cabernet Sauvignon? Es genial con la pizza.
-Me parece
maravilloso.
-En cuanto a
Owen, nunca se sabe. Tal vez vamos a tener otra oportunidad.Teddy abrió la
botella, y llenó dos copas. -Y si no, voy a tener una oportunidad con alguien
más. Llevando una copa en cada mano, Teddy sonrió mientras se acercaba al sofá.
-Quién sabe, tal vez incluso tendré la suerte de encontrar a mi Callie algún
día.
Arizona, se
sonrojó, agradeciendo con un gesto la copa de vino que le ofrecia Teddy.
Recordó las palabras sinceras de Callie en el teléfono antes y tuvo que hacer
un esfuerzo para no estremercerse. Si hay algo la había convencido que esa
relación era el amor de su vida, era que todavía conservaba sus profundos sentimientos
hacia Callie, incluso cuando todo lo demás en su vida era un torbellino. -Soy
muy afortunada
-Salud, dijo
Teddy, levantando la copa. Cuando Arizona brindó, Teddy tomó un sorbo, observando
el rostro de Arizona. -¿Cómo están ustedes?
-Estamos bien.
Arizona podía decir eso con confianza. Ella y Callie tenían la relación más estable
de su vida ahora mismo. -Ella es maravillosa, paciente, solidaria, capaz de soportar
todo lo que tire de ella. Sacudiendo la cabeza, Arizona probó vino. –Por suerte
he llegado a comprender lo que soy, teniéndola en mi vida. Especialmente en
estos momentos.
-Eso es
impresionante, Arizona. Los ojos de Teddy brillaban. -Eso tiene que ayudar de
verdad.
Sin estar
segura de cuanto debía preguntar a Teddy acerca de su propia experiencia,
Arizona sintió, sin embargo, una oportunidad para efectuar la transición acerca
de lo que ella había venido a hablar. -¿Estabas saliendo con alguien ...
¿Cuándo sucedió?
Sintiéndose más
tranquila de lo que Arizona podría imaginar pensando al mismo tiempo en su
propio ataque, Teddy sacudió la cabeza. -No, yo sólo había tenido un novio
antes de esa fecha, en la escuela secundaria. Sucedió durante la licenciatura,
cuando yo estaba en la última fase
Arizona,
parpadeó y miró hacia abajo a sus pies. –Tú sabes, yo no quiero hacerte hablar
de cualquier cosa que no tengas ganas de volver a recordar.
-Oye, dijo
Teddy, agachando la cabeza para llamar la atención de Arizona. -Realmente fue
hace mucho tiempo. Puedo hablar de lo que sea que tú quieras hablar.
Arizona
presionó los nudillos de sus dedos índices contra los ojos, armándose de valor
para no llorar. Estaba tan cansada de llorar pero no podía evitarlo. -Siento
que me estoy volviendo loca. Como si yo no tuviera el control de mi propio
cuerpo nunca más. Mis reacciones. Exhalando con voz temblorosa, susurró, -Puedo
curar a la gente. Eso es lo que hago. Pero yo no sé cómo curarme a mí misma, no
sé cómo solucionarlo
-Tú no estás
loca, dijo Teddy. -Y, por desgracia, no hay solución rápida. Llevará tiempo. Además
necesitarás práctica. Tienes que trabajar en recuperar el control de las
reacciones de tú cuerpo ante las cosas. Eso significa hacerte cargo de tus
pensamientos. Concentrarse en la respiración. Teddy asomó un poco su pie, y Arizona vio que
estaba vestida con un calcetín de colores brillantes. -Te puedo dar algunos
consejos muy buenos. Debido a que pasé por la misma cosa. Durante meses después
de que ocurriera, cualquier cosa podía desencadenar un flashback: Ciertos olores,
sabores, sonidos, ser tocada, la percepción de inseguridad, sentirse atrapada.
Arizona hizo un
gesto de reconocimiento y dijo: -El olor de los cigarrillos. La sensación de
que alguien está detrás de mí. Que me toquen o me tiren el cabello
-¡Activadores!
-Sí. Arizona
había comenzando a hacer una lista mental, la cual compartió con Callie. Cosas
que evitar, si era posible. O por lo menos, para tener en cuenta. -Hay
probablemente más, pero eso es lo que he encontrado hasta ahora.
-Es importante
saber lo que lo puso en marcha. De esa manera tú puedes empezar a centrarte en
dónde te encuentras y lo que realmente está sucediendo en el instante en que
comienzas a reaccionar. Así tú podrás recordar que estás a salvo.
Arizona exhaló
con dureza. -Estoy tan cansada de sentirme así. ¿Cuándo se va?
-Es diferente
para todos, estoy segura. Luché por mucho tiempo después de que ocurriera. Hay
cosas que incluso se me hacen incómodas hoy en día, como estar borracha cuando
estoy a solas con un hombre.
-¿Y la parte
donde te sentías como loca. ¿Cuándo se fue?
Teddy le
dirigió una triste mirada de comprensión. -Honestamente, me tomó un tiempo.
Pero yo estaba en la escuela donde yo no tenía mucho sistema de apoyo. Por
primera vez, Teddy bajó la mirada, casi avergonzada. -Fue un ambiente tóxico
para mí, después de que ocurriera. Todo el mundo sabía. O creían saber algo, al
menos. Lo que creían y lo que realmente ocurrió... bueno, ellos no sabían la
verdad.
Arizona, se
mordió el labio. -¿Puedo preguntar?
Teddy la miró a
los ojos. A Arizona le pareció que ella estaba tomando valor antes de comenzar
a hablar. -Eran dos chicos que vivían en mi dormitorio. En el mismo salón que
yo. Jay y Steve. Jay estaba en una gran cantidad de las mismas clases de
pre-medicina que yo, y su compañero Steve Nos pareció que era un buen tipo, por
lo que todos asumimos que lo era. Me juntaba con ellos todo el tiempo.
Estudiaba en su dormitorio, tomaba el almuerzo con uno o ambos de ellos entre
las clases. Teddy le dio una sonrisa tímida. -Mis mejores amigos siempre han
sido chicos. Hasta ahora, en realidad.
Ahora Arizona
rozó a Teddy peluche con el pie. -Me alegro de que hayas decidido hacer una
excepción.
-Yo también.
Teddy sonrió cálidamente y rápidamente se puso serio. -Así que una noche estaba
en el dormitorio de Jay y Steve. Jay y yo estábamos estudiando para un examen
de biología, pero Steve regresó a la habitación con una botella de vodka. Me
convenció de tomar unos tragos. Teddy negó con la cabeza, riendo sin humor. -Miro
hacia atrás ahora, y es como... ¿qué diablos estaba pensando? Pero eran mis
amigos, ¿sabes? Yo nunca habría esperado... Ella inspiró, mirando a otro lado.
-De todos modos.
Arizona inspiró
con un nudo en la garganta. Ella sabía a dónde se dirigía la historia y se
sintió mal. -Creo que puedo adivinar.
Teddy se quedó
tranquila y carente de emoción mientras ella continuaba. -En un momento nos
reíamos después de una ronda de tragos, luego el siguiente, Steve me estaba
besando. Y yo sólo había besado un chico antes, en la escuela secundaria, así
que simplemente me tomó por sorpresa. Creo que hasta le devolví el beso de un
momento, pero luego me di cuenta de que Jay estaba sentado allí viendo, y… Ella
sacudió la cabeza. -Fue muy raro. Así que se apartó y le dijo a Steve que el
también quería. Teddy se mordió el labio. -Todavía me molesta, la manera en que
yo confiaba en ellos. La forma en que traicionaron esa confianza. Se suponía
que eran mis amigos. Mis mejores amigos"
Arizona,
asintió con la cabeza. Una cosa era haber sido herida por un desconocido. Ella
podía odiar a un extraño, decirse a sí misma que aquel hombre estaba enfermo, porque
claramente la veía como un objeto no como una persona. Pero ser violada de esa
manera por alguien que uno pensaba que podía confiar... Arizona enjugó las
lágrimas que surgieron. -Lo siento, Teddy. No puedo ni siquiera imaginar.
-Jay me
mantenía abajo, mientras que Steve me violaba. Luego se cambiaron de lugar.
Como si un interruptor se había movido de un tirón, la voz de Teddy se había
ido completamente. No más tristeza, no más vergüenza. Sólo una recitación fría
de los hechos. -Yo estaba demasiado borracha como para defenderme. Seguí
pidiendo que se detuvieran, pero no lo hicieron. Al final de la semana, el
dormitorio entero se había enterado que me habían hecho doble cobertura. Que yo
era una puta que les había rogado por ello.
Las mejillas de
Arizona se inundaron con el calor de las palabras de Teddy. Inmediatamente sintió
la vergüenza de su propio atacante por los insultos. -El hombre que me violó ..
me llamó una puta, entre otras cosas. Y dijo que yo quería, que me lo merecía
de alguna manera.
-Pero tú sabes
que no fue su culpa, ¿Verdad?
Parpadeando las
lágrimas, Arizona, le susurró: -Sí. Pero me gustaría haber esperado a un
guardia de seguridad, una vez que me di cuenta que la luz al lado de mi coche
estaba apagada
-Me llevó mucho
tiempo aceptar que lo que me pasó no fue culpa mía, dijo Teddy. -Después de
todo, yo estaba en su habitación, sola, borracha. Probablemente incluso
coqueteando. Estaba totalmente enamorada de Jay. Ella sacudió la cabeza. -No
importa que le pedí que se detuvieran, no lo hicieron. Yo no merecía lo que
pasó. Fue su culpa, no la mía.
Arizona,
asintió con la cabeza. No había duda en su mente, donde la culpa había
permanecido, tanto para ella como Teddy. -Cierto.
-Yo no quiero
ni imaginar lo aterrador que debe haber sido para ti, dijo Teddy acercándose más,
y tocando tentativamente el hombro de Arizona. -Lo que me pasó no fue tan
brutal. No dejó una huella en mí.
-Fue aterrador.
Arizona inspiró, luchando contra el impulso de cerrar los ojos. Si lo hacía,
sabía lo que las imágenes de su mente saldrían a relucir. -Nunca he estado tan
asustada en toda mi vida. Fue degradante y doloroso y simplemente... Arizona
exhaló. -No sé cómo olvidarlo. Cómo seguir adelante.
-Bueno, nunca
lo olvidarás. Es una parte de ti ahora.
Asintiendo con
la cabeza en la derrota, Arizona, le susurró: -Eso es una mierda.
-Así es. El
truco es aprender a vivir con esta parte nueva de ti misma, para que sea una
pieza pequeña de lo que eres en lugar de que controle todos tus pensamientos y
reacciones.
-¿Cómo puedo
hacer eso?
-Aprende a
permanecer en el presente. Mi terapeuta recomienda contar hasta cinco, y eso
funcionó para mí. Reducir la velocidad y concentrarte en tú respiración. Mira a
tu alrededor, conéctete a tierra en el hecho de que no estás en esa situación
nunca más. Teddy le dio al hombro de Arizona un apretón con cuidado. -Al final
no será tan fresco. No se disparará con la misma facilidad. Y mantener la calma
y estar centrada comenzará a ser una segunda naturaleza para ti.
-Echo de menos
ser feliz. Sintiéndose un poco ridícula, Arizona rompió el contacto visual. -Sé
que suena tonto, pero yo…. echo de menos ser la persona alegre sobre ruedas que
era yo, echo de menos sentirme bien.
-Va a volver.
Tú eres una persona feliz, Arizona. Eso es lo que está en tú núcleo. Tú nunca serás exactamente la misma mujer que eras
antes de que esto sucediera, pero esas cosas fundamentales que te hacen ser la Dra.
Arizona Robbins… tú no has perdido eso. No se ha ido para siempre, te lo
prometo.
El labio
inferior de Arizona temblaba. No habían ganas de llorar esta noche, pero no
sabía cómo mantener la calma cuando la cálida tranquilidad de Teddy era todo lo
que ella quería creer. -Espero que sí.
Teddy abrió los
brazos. -Ven aquí.
Arizona cayó en
el abrazo de Teddy, ávida de la conexión. Era su tierra, por lo que era más
fácil mantener sus emociones bajo
control. -Te juro que no estoy por lo general como un accidente.
-Se acabaron
las excusas necesarias, dijo Teddy, acariciando su espalda. -Además, yo
necesitaba un abrazo también.
Sonriendo con
gratitud, Arizona apretó a Teddy alrededor de su cintura. Se sentía tan
diferente a Callie, más angular, menos curvas. -Eres una amiga increíble.
-Lo intento.
Teddy se echó hacia atrás y sonrió tímidamente. Ella abrió la boca para hablar,
pero un golpe en la puerta la interrumpió. -La pizza está aquí.
Arizona, esperó
en el sofá, mientras que Teddy fue a la puerta para pagar al repartidor. Cuando
Teddy regresó con una caja de cartón olorosa, el estómago de Arizona gruñó. Tal
vez ella tenía hambre después de todo.
-¿Cuánto te
debo?" Arizona le dijo Teddy, ella se sentó y abrió la tapa. Se inclinó
hacia delante y aspiró profundamente. -No pensé que quería cenar, pero que
huele muy bien.
-Tu compras la
próxima, dijo Teddy. -¿Trato?
-Trato.
Comieron en
silencio durante unos minutos. Arizona, se mostró sorprendida por lo delicioso
sabor de la pizza, y no podía dejar de gemir en silencio mientras masticaba. La
vida había sido muy deficiente en el placer últimamente, así que en Arizona se
reunió con entusiasmo.
Teddy se echó a
reír, levantando una ceja. -¿Ves? No toda tú felicidad se ha ido.
-Esto es
excelente. La cara de Arizona entró en calor. -No he estado comiendo mucho. Lo
estoy intentando, creo yo, pero la comida solo… no me sabe muy bien. Con la
excepción de la pimienta roja con hummus que Calliope sigue trayéndome.
Teddy sonrió.
-¿Te das cuenta de que tú rostro se ilumina cada vez que hablas de ella?
-Sí, bueno. Arizona
se encogió de hombros y admitió: -Sí. Es repugnante, estoy segura.
-Es inspirador.
Arizona se
tragó el último bocado de pizza y se echó hacia atrás, no estaba segura de querer
otra rebanada. Tan bien como se sabía, probablemente debería tomárselo con
calma. Después de apenas comer durante las últimas dos semanas, no sería
difícil exagerar. -La extraño tanto.
-Lo siento que
te llevé lejos de ella esta noche…
Arizona, negó
con la cabeza. -No, quiero decir... físicamente, la extraño. Se encontró con la
mirada de Teddy, aunque segura acerca de tratar este tema. –Sexualmente, quiero
decir.
-Oh. Teddy
asintió con la cabeza, puliendo su segunda rebanada. La mujer podría empacar
alimentos como nadie. Y no es que su cuerpo se le notaba. -Yo lo entiendo.
¿Echas de menos esa conexión. Esa intimidad?
-Por no hablar
de orgasmos. Sorprendida por la ola de vergüenza que sintió en la confesión,
Arizona, lamentó la pérdida de su sexualidad fácil y abierta. -¿Cuándo vuelve?
Querer sexo?
Teddy exhaló y
se sentó en los cojines. -Honestamente no lo sé, Arizona. Cuando estés lista.
Yo no tuve relaciones sexuales durante dos años después de mi violación. Pero
yo no tenía novio, y yo no estuve interesada en encontrar uno por un largo
tiempo. No después de lo que pasó. Yo estaba tan ocupada con la escuela. Yo me
lancé a los cursos e ignoré mi vida social hasta que me encontré con un tipo
que me hizo darme cuenta que quería probar una relación física de nuevo. Pero
tú estás en una situación diferente con Callie.
-Estoy segura
de que ella me echa de menos, también. Arizona consiguió esbozar una sonrisa
tímida. -Siempre hemos tenido un montón de sexo.
Riendo, Teddy
dijo: -Me di cuenta.
-¿En serio?
-¿Estás bromeando?
Ustedes dos son eléctricas juntas. Mark Sloan apenas puede controlarse a sí
mismo, a veces, viéndolas interactuar a las dos.
Con la cara
caliente ahora, Arizona, dijo, -Siempre he sido una persona sexual. Especialmente
con Calliope. Pero ahora... Ella se encogió de hombros ligeramente. -Yo no sé
cómo vamos a hacer. Si ni siquiera puedo conseguir acostarme de espaldas a
Callie, como me encantaba hacer mientras ella me abrazaba, sin parpadear de nuevo
pensando que el hombre está detrás de mí. ¿Qué voy a ser cuando ella vaya dentro
de mí...? Tapándose la cara con la mano, Arizona, negó con la cabeza. -Dios, yo
nunca fui tímida para estas cosas antes".
-No hay
necesidad de ser tímida. Teddy sacó la mano de Arizona de la cara, mirando a
los ojos de Arizona con una sonrisa bonachona. -No empieces con las cosas
grandes. Lo bonito de estar con una mujer, supongo, es que tienes un montón de
opciones en cuanto a hacer el amor. Haz lo que te haga sentir cómoda y trabaja
con el resto .
Tenía mucho
sentido. Y estaba segura que Callie estaría dispuesta a seguir su ejemplo. Pero
ella estaba loca para pensar en esto ya? -Apenas me he curado, tengo todo al
revés que yo no sé si estoy yendo o viniendo, y ni siquiera voy a saber los
resultados de la última prueba del VIH durante un mes, por lo que sé que probablemente
estoy saltando los pasos, incluso por preocuparse por el sexo ahora mismo. Yo
solo... No me gusta saber que el hombre fue la última persona dentro de mí.
Quiero a Calliope para que me recuerde otra cosa.
-Simplemente no
te exijas, ¿de acuerdo? Va a ser traumático para ambas si intentas hacer algo
que no estás lista para hacer. Teddy era un soldado. Arizona siempre la había
leído como un poco tímida cuando se habla de sexo, pero ella proyectaba una
tranquila confianza que hizo las cosas más fáciles para Arizona. -El truco consiste
en hablar mucho. Mantén tus ojos abiertos y centrarte con quién estás. Y si no
te gusta algo, no tengas miedo de comunicarte.
Arizona,
asintió con la cabeza. -Te escucho.
-Va a ser
genial. Teddy movió las cejas, de una manera lúdica de Arizona nunca había
visto antes. -Y seguro, y curativo
-De todos
modos. Arizona, sonrió. -Probablemente es necesario trabajar en las cosas
pequeñas primero. Por ejemplo, que me toque el cabello
Teddy juntó las
manos. -Ese es un lugar perfecto para empezar. Considera la posibilidad de que esa
es tú primera misión.
-¿Eres mi
consejero ahora? Arizona, mantuvo su tono ligero, por lo que Teddy supo que no
le desagradaba del todo ese pensamiento.
-Sólo soy
alguien que ha invertido en su recuperación. Y quien sabe algo de lo que estás
pasando. Facilitando una sonrisa autocrítica, Teddy dijo: -Si pude conseguirlo
más allá de la devastación que sentí, después de que ocurriera, tú también
puedes hacerlo. Confía en mí. Tú eres mucho más fuerte que yo. Teddy inclinó la
cabeza, reunida en la mirada de Arizona con cariño. -Honestamente, Arizona, tú
eres probablemente la mujer más fuerte
que he conocido. Mira lo que haces para ganarte la vida. Tú curas a los niños,
pero nadie puede curarlos a todos ellos, y a veces los pierdes, pero tienes siempre
esa forma de hacer frente al próximo que te necesita, manteniendo una sonrisa
sincera en tú cara. Eres... increíble, de verdad.
Las mejillas de
Arizona estaban en llamas. -Ahora sólo estás haciendo que me sonroje"
-Por favor, no.
Teddy agitó una mano, en señal de disculpa. -Sólo quiero que sepas que sé que
vas a salir de esto. Eres muy bad ass para no hacerlo.
-¿En serio?.
Arizona, sonrió. Ella siempre había considerado a Callie a ser el bad ass en su
relación, pero le hizo cosquillas la idea de que tal vez ella también lo podía
ser. -Siempre quise ser bad ass.
-Siempre has
sido mal-culo. Y todavía eres mal-culo. Utiliza eso para tú ventaja.
-Lo haré. Con
su espíritu bien planteado, Arizona, suspiro con alivio. -Esto es bueno. Pasar
el rato. Tenemos que hacerlo de nuevo, pronto.
El rostro de
Teddy se iluminó de repente. -Oye, te gusta correr?
-Supongo, por
ocio?. Arizona, hizo una mueca tonta, sabiendo que iba a hacer reír a Teddy,
encantada cuando lo hizo. -O porque alguien me está persiguiendo?
-Para el
ejercicio
-Yo... podría.
¿Puedo obtener una donut después?
-Si no te
importa anular todo el esfuerzo
Arizona,
inclinó la cabeza. -Eso es aceptable para mí.
-El ejercicio también
ayuda a la recuperación, dijo Teddy. "Empecé a correr en la universidad,
después. Y cuando yo estaba en el ejército, me encantaba ir de carreras. Aclara
mi mente. Bombea mis endorfinas. Me disminuye el stress cuando lo hago. Ella
saltaba en el sofá un poco, expresando la alegría de una manera de Arizona comprendió
de inmediato. –Tú debes venir a correr conmigo. Podemos ir por la mañana antes
del trabajo. O en el almuerzo, si no te importa ducharte en el hospital. O
después del trabajo. Siempre que quieras.
Viendo el entusiasmo
en la expresión de de Teddy, Arizona, dijo: -¿Has estado buscando un nuevo
compañero para correr, verdad?
-Owen y yo
solíamos correr juntos. Pero no desde... bueno, ya sabes. Teddy se ruborizó. -No
creo que a Cristina le guste. No es que le eche la culpa a lo más mínimo.
¿Así que estoy
un reemplazo de Owen? Arizona, le guiñó un ojo, no quería que Teddy pensara que
ella estaba molesta acerca de la idea. Esta noche Teddy le había dado un lugar
donde se sentía segura, y más en sí
misma de que lo se había sentido en mucho tiempo. Lo menos que podía hacer era
dar a Teddy algo de compañía a cambio. -No sé cómo será mí desempeño, pero lo intentaré.
Especialmente si tú piensas que va a ayudar.
El entusiasmo
de Teddy se desbordó en la sonrisa más descarada que Arizona había visto en su
amiga. Por lo general, reservada, Teddy estaba absolutamente brillante. -Va a
ayudar. Y me encantaría la misión.
Desde la
deriva, aparte de Owen, Teddy había parecido desconectada de casi todo el
mundo, lo cual fue una de las razones por las que Arizona había estado tan
ansiosa de que entrara en su redil. Ahora más que nunca Arizona se dio cuenta
de la apreciada amiga en que se había
convertido. ¿Tú te comprometes a reducir la velocidad si no puedo mantener el
ritmo?
-Sí. Incluso te
prometo comprar tu primera rosquilla
-Entonces, yo
acepto. Sin dejar de sonreír, Arizona se dio cuenta de que estaba más relajada,
como no lo había estado desde el ataque. -Gracias por esta noche, Teddy. Esto
realmente me ayudó.
-Bien. Teddy le
sostuvo la mirada. -En cualquier momento, ¿Ok?
-Voy a mantener
eso.
#
Una hora más
tarde, cerca de la medianoche, Arizona, dio las buenas noches a Teddy en su
puerta y se deslizó dentro de su apartamento. Fiel a su palabra, Callie había
dejado la luz de la cocina encendida, iluminando el camino hacia su dormitorio.
Arizona abrió la puerta de su habitación lo más silenciosamente que pudo, no es
que Callie estaba en algo parecido a un sueño ligero, pero ella no quería
correr el riesgo de interrumpir su descanso sabiendo lo mucho que lo
necesitaba.
Arizona, sonrió
a la vista que la bienvenida de Callie extendía inconscientemente a través de
la holgura del colchón, con su cara en el sueño. La lámpara de mesilla de noche
en Arizona estaba encendida, arrojando en Callie un cálido resplandor que
llenaba el corazón de Arizona con afecto.
Desabrochándose
los pantalones mientras cruzaba la sala de estar junto a la cama, Arizona
barrió la mirada sobre el cuerpo de Callie, admirando la piel bronceada en la
pantalla. Sin duda, debido al típico lanzamiento de inflexión, la camisola de
Callie se había montado de tal manera que la parte inferior de sus pechos
desnudos y el suave oleaje de su estómago estaban expuestos. El edredón había
sido pateado sin cuidado a los pies de la cama, mostrando el culo delicioso de Callie
encerrado en un par de provocativos boyshorts de algodón que acentuaban su
figura femenina.
Una aguda
punzada de deseo sacudió duro a Arizona, obligándola a sentarse en el borde del
colchón para recuperar el aliento. La intensidad de su deseo repentino la
sacudió, pero casi de inmediato hizo la transición de la sorpresa al alivio. No
estaba segura de si era porque estaba hablando sobre sexo o simplemente por sentirse
tan a gusto durante toda la noche, o incluso si ella debía atribuírselo a los
efectos persistentes de sus dos copas de vino, pero una cosa era cierta.
Arizona estaba sin lugar a dudas, increíblemente excitada.
Esto era algo
que definitivamente no había sentido, al menos no a este grado, desde el
ataque. Físicamente, ella había comenzado a sanar, y ya no tenía necesidad de
ocultar sus sentimientos y pensamientos a Callie. Pero emocionalmente, ella se
sentía tan lejos de estar lista para la intimidad sexual que, que incluso
sintió que se había alejado el deseo. Pero ahora , Arizona, estaba encantada de
que ella ahora deseara tener sexo.
Arizona, estiró
el cuello, admirando la silueta de la vagina de Callie, a través de sus bragas.
No había nada sobre desear a Callie de esta manera que se sintiera amenazante,
al menos no mientras Callie no pudiera tocar su espalda. Arrojando el sujetador
y las medias, Arizona, se metió en la cama junto a Callie, ansiosa por sentir
el calor del cuerpo de Callie contra el suyo.
Callie murmuró
con satisfacción, cuando Arizona tomó el edredón para cubrir sus cuerpos. Aún
dormida, ella cambió de puesto al revés, como si buscara de calor de Arizona,
empujando su trasero contra el abdomen de Arizona, de una manera que hacía muy
difícil hacer caso omiso de su deseo todavía latente. La necesidad de tocarla se
intensificó más ahora que el olor de ella llenó su nariz. Envolviendo su brazo
alrededor de la cintura de Callie, Arizona presionó la palma de la mano contra
el estómago desnudo de Callie y cerró los ojos, exhalando con voz temblorosa.
-¿Tuviste un
buen rato con Teddy? La voz de Callie luchaba contra el sueño.
Sonriendo,
Arizona dio un beso en la nuca de Callie. -No quería despertarte
-No, me alegro.
Yo quería decirte buenas noches.
Arizona remontó
la punta de los dedos alrededor del ombligo de Callie. –Pasé un buen rato con
Teddy. Hablamos. Fue... bueno.
-Bien. Callie dio
media vuelta, dando a Arizona un suave beso en la mejilla. -Te extrañé.
-Yo también te
extrañé, susurró Arizona, mientras le acariciaba con la mano el lado de Callie,
admirando la curva completa de su cadera. Callie contuvo un suspiro audible, pero
no exhaló. -Respira, Calíope.
Después de largos
momentos Callie obedeció. -Creo que tuviste una buena noche, ¿eh?
-La tuve. Instalándose
en la espalda de Callie, Arizona cerró los ojos. Por primera vez en dos
semanas, la oscuridad no trajo el miedo o los destellos de la memoria violenta.
En ese momento, ella estaba demasiado consumida por su gran amor por Callie
como para reservar un pensamiento para el hombre que había tirado el resto de
su vida en el caos.
Esto era lo que
importaba. Dos de ellos. Con Callie, Arizona podría pasar a través de cualquier
cosa. Callie lo creía y Teddy lo creía, y por primera vez, Arizona también se
lo creyó.
Arizona, pensó
en la asignación de Teddy. Comienza con algo pequeño. Los pasos de bebé. Si era
capaz de sentirse cómoda con Callie tocándole el cabello, Arizona estaría mucho
más cerca de volver a conectarse con Callie en una forma que ella sentía que podría
proporcionarle la curación, más que cualquier otra cosa en el mundo: Conectarse
con el inmenso poder curativo del amor de Callie.
-Buenas noches,
Arizona. Dulces sueños, ¿de acuerdo?
-Te amo,
murmuró Arizona contra el hombro de Callie.
-Te amo,
también. Desde la pequeña dificultad en las sentidas palabras de Callie, Arizona, sabía
que estaba perdiendo a Callie, que se estaba hundiendo en el sueño otra vez.
Pero eso estaba
bien. Mientras acunaba en sus brazos a Callie, Arizona, se centró en pensamientos
positivos, decidida a mantener las pesadillas en la bahía. “Comienza con algo
pequeño”.
Eso es
exactamente lo que ella haría.
Esta historia continuará…
Capítulo
publicado originalmente en: http://fictitiouschick.livejournal.com/2040.html
Hola, un consejo para traducir: en español no es necesario el sujeto, casi no se utilizan los pronombres personales!
ResponderEliminarMe encanta esta historia, haces un grandísimo trabajo, sigue así! Muchas gracias por traducirla, la espero con ansia toda la semana. Saludos!
Muchas gracias por tu recomendación y por seguir esta historia. Al principio traté de efectuar una traducción casi fiel a la historia original, luego me di cuenta de ello y comencé a darle los matices propios del idioma español, que es un lenguaje mucho más rico en recursos. Sin embargo, esta semana, tuve problemas con el suministro eléctrico y tuve que a apelar a "Google Traductor", porque de lo contrario no hubiera logrado publicar el capítulo y recibí tweets y mensajes de personas que estaban a la espera (lo cual me alegró mucho, por cierto). Prometo que los próximos capítulos serán mejor traducidos. Además, a partir del Capítulo VIII, la historia se torna más tierna y bien merece la pena el esfuerzo adicional. Hasta la semana que viene :0)
ResponderEliminarme encanta esta historia. Sigue traduciéndola por favor y gracias!
ResponderEliminarSeguro que sí. Muchas gracias por tu comentario y por seguir la historia ;)
EliminarHola! espero que no hayas dejado de traducir, esta historia está muy bien. Espero con ganas el próximo cap.
ResponderEliminarEn absoluto, pienso seguir publicando religiosamente, cada semana, los martes para ser exactos, (si Internet me lo permite, je, je). Muchas gracias por tu comentario y por seguir la historia. Saludos
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